Reducido al modo de una salsa largamente cocinada, el pensamiento de Epicuro se resume a veces, y probablemente a menudo, en estas cuatro tesis:
1) no hay nada que temer de los dioses;
2) ni de la muerte;
3) se puede soportar el dolor; y
4) lograr la felicidad.
De suerte que, después de esta síntesis extrema, se puede volver al análisis que permite abordar el pensamiento de Epicuro -y personalmente me decanto por este otro orden- como construido alrededor de una física ética
1), un ateísmo tranquilo
2), una algodicea pagana
3) y un ascetismo hedonista
4) ¿Objetivo declarado? Vivir como un dios entre los hombres…
Fuente: Anagrama Editorial, Páginas 183-184, Contrahistoria de la filosofía I: Las sabidurías de la antigüedad.