Pies hinchados, quiero una cerveza

Buscar: No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene. Poema de Pizarnik.

Estoy viendo a una youtuber que me vende probioticos. Me gusta escribir en jeans y sin camisa, me sienta bien. Estaba leyendo a pizarnik, ¿qué carajos es un destino? Cuando compartimos nuestra presencia con otros cuerpos, estas se disuelven. Los atributos resultantes de la mezcla entre dos cuerpos es predecible y son relativamente infinitos los modos de expresión posibles. Con algunas personas vas a la comida china, con otras por coca y un trans al centro. Normalmente esta chica del youtube hace videos sobre su vida, y sus introspecciones me parecen cool. Del orden de lo ordinario. Me gusta escuchar sus circunstancias. Se encontró con un chico, y tienen contacto visual, luego salen. Ella se emociona, agarra una almohada y la muerde mientras patalea de la emoción.  Es atractiva. Quizá no me gusta porque haríamos buena pareja.

Tal vez sí quiero que las cosas salgan mal. Al final, todos somos ratas. Cada uno de nosotros está inscrito en una órbita innegable; la ruta activa de nuestra existencia. La singularidad de nuestras existencias nos arroja a perspectivas quizá explicables, pero necesariamente intransferibles. La cama donde has dormido, el camión que ya conoces y te deja cerca del trabajo, el café de los martes. Mientras anuncia los probióticos, lanza las cápsulas e intenta tomarlas con la boca. Hace trucos, se capitaliza. Es algo gracioso cuando consideras que igual lo haría sin la cámara, pero triste a la vez, porque seguro esas pastillas son placebo y ese chico le romperá el corazón.

Somos órbitas, y a la vez, nuestras presencias se disuelven. El punto es procurar contaminarnos de perspectivas interesantes mientras dure la disolución mutua.

Ahora que la paso bien, me gustaría tener una extensión de mí para que me haga un masaje de pies mientras el mundo está mal. Es posible ganarte la confianza de alguien masajeando rico, pero no siempre tengo ganas de abrir esa puerta. Quizá mi destino es dejar que me hablen mujeres en youtube mientras escribo sin camisa y me quito los tenis, fumo un poco mientras los cambio por huaraches, todo al mismo tiempo, porque en la soledad se puede todo al mismo tiempo.

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